Ponerle sangre al grito de los que aman sin poder amar.
sábado, 13 de diciembre de 2014
Día noventa y cuatro sin él.
Me siento estúpida. Y mezquina. Y asquerosamente despreciable.
Y más estúpida aún.
Su te quiero fue el mejor regalo que nadie pudiera haberme hecho esta mañana.
Lo siento...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Entrada más reciente
Entrada antigua
Inicio
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario