viernes, 12 de diciembre de 2014

Me parece tan jodidamente cruel. Ver mis mensajes y sudar total y absolutamente de ellos. 
¿Qué soy yo para ti, tío? ¿Algo de lo que echas mano cuando estás cachondo y te aburres? ¿Lo que yo quiera decirte tiene tan poca importancia que puedes sudar totalmente de ello? No te importa una jodida mierda, ¿verdad? Es solo un puntito rojo de la psicótica esa en tu facebook. No hay sentimientos detrás, no hay una persona que lleva una tarde llorando detrás. Detrás sólo está la gilipollas esa que no se marchará pase lo que pase, ¿verdad? Así que da igual lo que pase, que sude de ella, que no la conteste, que vea como llegan sus mensajes y me sude la mismísima polla. Porque total, ella no se va a marchar, ¿verdad? Que se trague toda esta mierda mientras la ignoro, y ya si me toca mucho los cojones la mando a la mierda, total, para eso siempre hay tiempo, ¿no?
¿Qué importará ella? ¿Qué más dará? Es una puta llorona, llora por todo, es una exagerada, no puedo estar pendiente de ella todo el rato, joder. ¿Qué más da si siente que se quiere morir? ¿Qué más da si con una sonrisa podría arreglarla el día? ¿Qué más dará? No importa que lleve desde anoche diciéndome que necesita dos minutos míos enteramente para ella. Me duele la tripa, joder, a tomar por culo lo que sienta, lo que piense, lo que quiera. Qué más da. Ella da igual. No me importa una puta mierda. Mira, silencio sus mensajes, y a seguir ignorándola.  Qué más da.

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