sábado, 27 de septiembre de 2014

Asoma la nariz, y de repente no es que te de la espalda, es que de lo lejos que está ya es sólo una mancha borrosa sobre el horizonte.

¿Sabes lo que es vestirse para él? ¿Pintarse para él? ¿Ilusionarse para él? 
Y acabar sin los zapatos, con el maquillaje corriendo por tu cara, y las ilusiones hechas miles de pedazos en el suelo. 

Rota, tan rota...

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