domingo, 14 de septiembre de 2014

Día siete sin él.

Una semana. Una puta semana, y siento como un vacío que está bastante fuerte me arranca a tirones todo lo que tengo por dentro. Cuando logro estabilizarme puedo llegar a parecer una persona, pero cuando me dan estos ataques de ahogo no sé cómo serpentearlos, no puedo, sólo intentar seguir respirando, intentarlo, intentarlo, intentarlo.
Y si se va con otra, y si se olvida de mí, y si se da cuenta de lo increíble que es y de que yo no valgo la pena...
No puedo, no puedo.
Y encima ayer la cagué a más no poder... Si es que soy gilipollas perdida...

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