jueves, 25 de septiembre de 2014

Día dieciocho sin él.

Que alguien me arranque esto que me mata por dentro. Sin más. Pero tampoco sin menos. Porque sin él sólo duele. Y no quiero más de nada, ni hoy ni mañana. 
Eso, o que algo le traiga de vuelta...

*Estos días el blog petó y no pude subir las entradas. Lo cual, patéticamente, no significa que haya dejado de pensar en él ni un sólo día.*

No hay comentarios:

Publicar un comentario